作曲 : Omar Contreras Ayala
Las primeras luces de aquel amanecer
Develaban en el norte un humo extraño.
Los ojos achinados tratando de entrever
Tras el velo de un manto blanco,
No distinguían si era la escuadra
Que regresaba victoriosa
O el enemigo que la había destruido.
Pero la historia ya estaba escrita.
Era el día de combatir.
La Esmeralda y la Covadonga
Contra dos grandes blindados
Dispuestas a morir.
Amaneció el 21 en Iquique
La vaguada vino de norte a sur
Y no venía sola
Pues era la avanzada
De los buques del Perú.
Se levantaba el manto de la niebla
Y con el enemigo vino el sol
Llegaban por el norte
Los dos acorazados
Los blindados del terror.
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau.
!Humos al norte ¡
Gritaron desde la cofa de la Covadonga
El comandante condell
Reconocía desde cubierta
Los dos acorazados enemigos,
Los más poderosos,
La independencia comandada por more
Y el fantasma del Pacífico, el Huáscar
Timoneada por el caballero de los mares
Don miguel Grau.
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau.
Al reconocer los blindados peruanos
Condell dio la señal de "enemigo a la vista"
Lo confirmaría con un cañonazo
Para advertir a la esmeralda.
La población de Iquique
Despertó ante tal estruendo
Mientras que Prat, dando señas a Condell,
Ordenó que la Covadonga se acercase
Para conferenciar.
El capitán Prat dijo.
¿Almorzó la gente?
¡Seguid mis aguas!
¡Cada uno a cumplir con su deber!
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau.
Grau buscó la rendición de su enemigo
Quien nunca consideró tal final
La bravura y heroísmo de Condell y Prat
Buscarían la victoria o simplemente la muerte.
El Huáscar disparaba su primera advertencia
Dando en medio de los dos buques chilenos,
Y al ver que el pabellón tricolor
Seguía flameando al viento
Entre un viva chile,
Grau comprendió el sentir de Prat:
"Vencer o morir".
Los habitantes de Iquique
Reposados en los cerros y en las playas
Izaban banderas peruanas
Y arengaban a sus blindados.
Y al ver las viejas maderas
De la escuadra chilena,
No era posible una derrota
Con sus dos acorazados.
Prat ubicó a la Esmeralda
Frente a la ciudad, de Grau muy devota
Para así evitar que el Huáscar
Hiriera a sus compatriotas.
El general Buendía
Autoridad militar peruana en tierra
Dispuso cañones en las playas
¡Todo fuego vale en la guerra
Para gritar victoria en la batalla!
作曲 : Omar Contreras Ayala
Las primeras luces de aquel amanecer
Develaban en el norte un humo extraño.
Los ojos achinados tratando de entrever
Tras el velo de un manto blanco,
No distinguían si era la escuadra
Que regresaba victoriosa
O el enemigo que la había destruido.
Pero la historia ya estaba escrita.
Era el día de combatir.
La Esmeralda y la Covadonga
Contra dos grandes blindados
Dispuestas a morir.
Amaneció el 21 en Iquique
La vaguada vino de norte a sur
Y no venía sola
Pues era la avanzada
De los buques del Perú.
Se levantaba el manto de la niebla
Y con el enemigo vino el sol
Llegaban por el norte
Los dos acorazados
Los blindados del terror.
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau.
!Humos al norte ¡
Gritaron desde la cofa de la Covadonga
El comandante condell
Reconocía desde cubierta
Los dos acorazados enemigos,
Los más poderosos,
La independencia comandada por more
Y el fantasma del Pacífico, el Huáscar
Timoneada por el caballero de los mares
Don miguel Grau.
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau.
Al reconocer los blindados peruanos
Condell dio la señal de "enemigo a la vista"
Lo confirmaría con un cañonazo
Para advertir a la esmeralda.
La población de Iquique
Despertó ante tal estruendo
Mientras que Prat, dando señas a Condell,
Ordenó que la Covadonga se acercase
Para conferenciar.
El capitán Prat dijo.
¿Almorzó la gente?
¡Seguid mis aguas!
¡Cada uno a cumplir con su deber!
Humos al norte
Mi capitán,
Son la independencia
Y el Huáscar de Grau.
Grau buscó la rendición de su enemigo
Quien nunca consideró tal final
La bravura y heroísmo de Condell y Prat
Buscarían la victoria o simplemente la muerte.
El Huáscar disparaba su primera advertencia
Dando en medio de los dos buques chilenos,
Y al ver que el pabellón tricolor
Seguía flameando al viento
Entre un viva chile,
Grau comprendió el sentir de Prat:
"Vencer o morir".
Los habitantes de Iquique
Reposados en los cerros y en las playas
Izaban banderas peruanas
Y arengaban a sus blindados.
Y al ver las viejas maderas
De la escuadra chilena,
No era posible una derrota
Con sus dos acorazados.
Prat ubicó a la Esmeralda
Frente a la ciudad, de Grau muy devota
Para así evitar que el Huáscar
Hiriera a sus compatriotas.
El general Buendía
Autoridad militar peruana en tierra
Dispuso cañones en las playas
¡Todo fuego vale en la guerra
Para gritar victoria en la batalla!