作词 : SALOMON CAMPOS VERONA
作曲 : SALOMON CAMPOS VERONA
Mis canciones no son solo versos al viento,
son estrellas que un día murieron en mí.
Llevan huellas de sueños, de amores y tiempos,
son la esencia de un alma que aprendió a sentir.
Cada nota revive destellos de fuego,
caricias del sol y sombras de invierno,
caminos sin rumbo y pasos inciertos,
pues en cada acorde, me entrego completo.
Mis canciones son vivencias, no poemas,
son reflejos de un alma que en secreto arde y quema.
Quizá a veces quien las oye no comprenda,
pero quien sienta mis palabras, sabrá
que en cada verso late la verdad,
que en cada melodía se esconde el latido
de aquello que en silencio he vivido.
Hay canciones de noches cubiertas de estrellas,
de cielos sin luna y de horas eternas,
de abrazos que queman, de amores perdidos,
y de recuerdos que aún viven escondidos.
No es solo poesía ni rima fugaz,
es la vida desnuda, la esencia de paz.
Son las lágrimas quietas, el grito silente,
es un alma que en canto se vuelve evidente.
Mis canciones son vivencias, no poemas,
son los ecos de un alma en dulce condena.
Quizá a veces quien las oye no lo entienda,
pero quien sienta mis palabras, sabrá
que en cada verso vive la verdad,
que en cada melodía susurra un destino,
la vida que en mi pecho ha latido.
Si alguna vez escuchas y logras sentir,
quizá encuentres mis huellas, mi sombra, mi fin.
Cada palabra es un mapa hacia mí,
cada acorde, un suspiro que aprendí a compartir.
Mis canciones son vivencias, no poemas,
no son rimas bordadas, ni frases ajenas.
Son mis días, mis noches, mis risas y penas,
es mi vida entregada a quien quiera tenerla.
Para quien escuche y sienta, allí estaré,
en cada verso, en cada recuerdo que dejé,
cantando al viento lo que en mi alma fue.
作词 : SALOMON CAMPOS VERONA
作曲 : SALOMON CAMPOS VERONA
Mis canciones no son solo versos al viento,
son estrellas que un día murieron en mí.
Llevan huellas de sueños, de amores y tiempos,
son la esencia de un alma que aprendió a sentir.
Cada nota revive destellos de fuego,
caricias del sol y sombras de invierno,
caminos sin rumbo y pasos inciertos,
pues en cada acorde, me entrego completo.
Mis canciones son vivencias, no poemas,
son reflejos de un alma que en secreto arde y quema.
Quizá a veces quien las oye no comprenda,
pero quien sienta mis palabras, sabrá
que en cada verso late la verdad,
que en cada melodía se esconde el latido
de aquello que en silencio he vivido.
Hay canciones de noches cubiertas de estrellas,
de cielos sin luna y de horas eternas,
de abrazos que queman, de amores perdidos,
y de recuerdos que aún viven escondidos.
No es solo poesía ni rima fugaz,
es la vida desnuda, la esencia de paz.
Son las lágrimas quietas, el grito silente,
es un alma que en canto se vuelve evidente.
Mis canciones son vivencias, no poemas,
son los ecos de un alma en dulce condena.
Quizá a veces quien las oye no lo entienda,
pero quien sienta mis palabras, sabrá
que en cada verso vive la verdad,
que en cada melodía susurra un destino,
la vida que en mi pecho ha latido.
Si alguna vez escuchas y logras sentir,
quizá encuentres mis huellas, mi sombra, mi fin.
Cada palabra es un mapa hacia mí,
cada acorde, un suspiro que aprendí a compartir.
Mis canciones son vivencias, no poemas,
no son rimas bordadas, ni frases ajenas.
Son mis días, mis noches, mis risas y penas,
es mi vida entregada a quien quiera tenerla.
Para quien escuche y sienta, allí estaré,
en cada verso, en cada recuerdo que dejé,
cantando al viento lo que en mi alma fue.